En Ytú, del Departamento de La Cordillera, caracterizada por su paisaje sin igual de arroyos y serranías, nació Dionisio Ortega un 11 de setiembre de 1952. Hijo de doña Irene Ortega, fue criado por su abuela materna Doña Brígida Noguera hasta la edad de 7 años. Luego de su fallecimiento se trasladó hasta Asunción, acogido por la familia Mora por cuyos integrantes guarda un afecto entrañable.
Está casado con la Dra. Hermelinda Alvarenga Torres. Tiene dos hijos: Víctor Manuel y Edith Hermelinda.
Desde muy pequeño comenzó a ganarse el pan trabajando en varios oficios. Y a pesar de no haber nacido en cuna de oro, cultivó su inteligencia estudiando a la luz de un candil con el entusiasmo que lo caracteriza, disciplinando su carácter y poniendo método en todo lo que acontecía en su vida.
Su excelencia académica lo hizo merecedor de dos becas de estudio que le otorgó el Instituto Superior de Educación ISE en donde culminó dos profesorados en Educación Primaria y en Ciencias Naturales. Es también profesor de Lengua Guaraní y especialista en educación familiar y población.
En tal carácter, impartió sus primeras enseñanzas en el Colegio Cristo Rey. Sus ansias de conocimiento lo impulsaron a proseguir sus estudios Licenciatura, especialización y Doctorado en el país y en Estados Unidos y Japón.
En el año 1991 culminó la carrera de Doctorado en Ciencias de la Educación. Presentó su tesis en el año 2005 sobre el tema IMPLICANCIAS EN LA GESTIÓN DIRECTIVA Y LA SATISFACCIÓN DEL DIRECTOR EN LA CALIDAD EDUCATIVA recibiendo la máxima calificación SUMA CUN LAUDE. Actualmente, el Profesor Doctor DIONISIO ORTEGA culminó la carrera de Derecho en la Universidad Autónoma de Asunción a fin de servir mejor al pueblo como legislador..
Su carrera profesional la realizó en prestigiosas instituciones públicas y privadas de nuestro país:
En 1981 se trasladó al Colegio Área 1 de la entonces ciudad Presidente Stroessner, como Profesor de Formación Docente.
De 1987 a 1995 fue Coordinador del Nivel Medio en el Colegio Apostólico San José.
En 1991 viajó al Japón junto a su señora esposa para realizar estudios de idioma japonés e investigación sobre la cultura japonesa durante el periodo de un año. En el lejano país, nació en los corazones de Dionisio y Hermelinda el proyecto NIHON GAKKO inspirado por los valores ancestrales del pueblo japonés.
Es así que a su retorno, fundaron en 1993 la escuela NIHON GAKKO, acogiendo en su primer recinto a 63 alumnos y hoy su poderosa infraestructura alberga a más de 2000 alumnos en el COLEGIO y en el INSTITUTO PEDAGÓGICO a más de 800 Docentes especialistas, egresados de todo el país, dando sustento a más de 200 familias de funcionarios de la institución.
Su vocación de servicio a la patria lo llevó a incursionar en la política. Desde diciembre del año 2006 es Presidente de la Junta Municipal de la ciudad de Fernando de la Mora. Preside su bancada política en el seno de esta institución. Asimismo, por su liderazgo y capacidad de organización, se le ha confiado la alta responsabilidad de ser Jefe de Campaña de la Lista 5 por el Departamento Central.
Es conocida su importante labor solidaria, cultural y educativa desde sus funciones públicas, promoviendo especialmente asistencias a la salud y la educación de los sectores más carenciados.
Favoreció a más de 4.500 personas con becas completas en las áreas de inglés, computación y karate.
Cabe destacar que muchas de estas personas han conseguido un empleo gracias a la excelente capacitación que recibieron en Nihon Gakko.
Al Doctor Ortega lo podemos definir de diversas maneras: maestro de Ideales, defensor de los valores, patriota de corazón, doctor de las nobles causas. Éste es el perfil de un hombre sencillo, trabajador, honesto y disciplinado que supo sobreponerse a las circunstancias difíciles de la vida para construir junto a su familia una potencia de la educación.
Hoy, en el Congreso Nacional como Diputado, trabaja para engrandecer a la patria con su esfuerzo, en la misma medida que lo hizo con su propia vida.
Todos lo conocemos como un paraguayo de bien que tiene establecida una firme conducta ejemplar al pie de la bandera de sus ideales.
Anhela convivir con el pueblo días de júbilo patriótico con un porvenir de esperanza, con más trabajo, más justicia y progreso para todos los habitantes de la República.